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martes, 6 de marzo de 2012

Huele a sol

Y es que llega el buen tiempo y con él las tormentas.

lunes, 30 de enero de 2012

Me gusta Titanic y me coméis el coño.

'Frikis' o ganas de serlo, o una mezcla, en cuyas líneas puedes leer paridas forzadas sin sentido que seguro que giran en torno a alguna idea pero que solo ellos comprenden. Claro, el truco está en que nadie más sepa que se trata de una santa gilipollez.

Tanta pena me da, a mi, pobre ignorante normalita que saluda con un 'hola' en vez de con una genialidad, intentar parecer algo vía tonterías súper freaks-gafapastoides y 'uh, soy tan incomprendido/diferente, no te metas en mi club de intelectuales que no sabes', como hacerse una foto cani-tuenti frente al espejo.

¡Pena porque no tenéis vida, canis y malas copias de freaks del mundo! Y rabia porque se creen mejores y son simples idiotas. ¡Que alguien se lo diga YA!

jueves, 22 de septiembre de 2011

Cólera.

A ver si escribiendo lo consigo. No me refiero a autoengañarme, si no a entenderlo. Porque me cuesta mucho...

Vamos a empezar por lo que sí sé. No es una opinión, es una deducción después de mucho tiempo. Lo he comprobado viviendo, no ahora en un momento.

Cada uno guarda en las entretelas de su sentir una personalidad forjada y una mirada hacia lo que le rodea. Lo que se viene llamando carácter o identidad. Ese personaje formado para el mundo. (De momento vamos bien, seguimos la teoría...)

Dentro del código moral que nos condiciona al decidir debe de haber una verdad. Un camino hacia lo correcto, ¿no? Sí, siempre existe. El problema es que estamos obligados a elegir pero no a dar con lo apropiado. Erramos y nos abatimos. Más tarde viene la fase de crecerse o hundirse ante la adversidad... Ahora voy a hablar de lo que considero un gran problema. Algo que ultimamente me afecta de manera directa aún sin padecerlo.

Me conmueve ver a alguien deambular por su dolor, su alegría, su tristeza y su pasión cuando la siente. Sus propósitos no me quedan nada claros. Siento mucha rabia porque me perjudica (seamos realistas),aunque en verdad siento más compasión que otra cosa. Me preocupa, me aflije. Observar a alguien en estancado en el mismo punto. Ver que una persona (por la que, por cierto, sientes tanto aprecio como admiración) intenta despegarse y, sin embargo, está continuamente arrancando sin salir. Es triste. Te sientes en la obligacion moral de darle una hostia o el beso más tierno del mundo. Hacer algo que le haga despertar. Y más sabiendo que ya está en la fase en la que el despertador ha sonado tres veces, se ha estirado, tiene los ojos medio abiertos y la intención de levantarse, pero sigue con la cabeza en coma todavia.

No es que me preocupe que esté dormido...lo que me preocupa es no tener la certeza de que quiera despertar. Me da pena porque ha quedado conmigo a una hora y veo que no va a llegar. A mi también se me han pegado las sábanas y llego tarde casi siempre a todos sitios, pero a las garantías de felicidad....ahí siempre llego puntual.

Y, que quede bien claro, el culpable de que exista este pensamiento en forma de bucle en su cabeza no es alguien o algo. Es él. Ya no es nada físico, para qué engañarnos...

Se trata de una forma de vida preconcebida. Una manera de querer indolente. Eso de lo que hablaba al principio de crecerse o hundirse. Luego existe esa tercera opción que es conformarse. No ver la salida por miedo al momento de la decisión. Esa ocasión en la que la vida te obliga a hacer un striptease emocional, sincerarte contigo mismo y tomar, o bien la decisión más afin a tu juicio o por el contrario la perjudicial. Siempre y cuando se sea consciente de que se toma esta última decisión. Siempre se escoge pero pocas veces se hace buscando la verdad. Y, como dice Tarkovsky "Lo bello queda oculto a los ojos de aquellos que no buscan la verdad ". Se está perdiendo conocer...

sábado, 17 de septiembre de 2011

Road Trippin

Quiero irme, como dirían los RHCP, road trippin with my two favorite allies. Que en este caso no son comida y provisiones, si no me and myself.

Harta de tanta complicación me dispuse este verano a echar una carta llena de recuerdos y sufrimiento a un buzón para que no volvieran. Y ahora me doy cuanta de que no solo recordar es volver a vivir si no que, además, vivir es volver a construir el maldito recuerdo. Asquerosa evocación a una esperanza. Anhelo a lo que, pasado un tiempo, es un despejado sufrimiento.
Algo menos doloroso desde el presente. Porque, claro...todo parece estar mucho más calmado. -Ahora que estoy curada, ¿porque no aventurarme de nuevo a vivir un episodio veleidoso en el que sé de antemano que ya hay amor? Cobarde postura para quien ve en la persistencia y no en el cambio evolución. Y explico como he llegado a esta conclusión:

Era una duda que se me presentaba el otro día. A medida que pasa en tiempo el hombre deja de permitirse el lujo de dudar. Maravillosa afición, por cierto. Entonces, ¿se da el paso hacia lo seguro? ¿Se resguarda uno en lo inequívoco? Se produce, en todo caso, una aproximación hacia lo que a uno le identifica. Eso no es discutible. Ahora bien, y como dirían los Red Hot en Road Trippin: these smiling eyes are just a mirror for the sun. O lo que es lo mismo, esos ojos sonrientes son solo un espejo para el sol. ¿Qué es lo que nos identifica?

Me aferro a algo que probablemente no me convenga, pero me haga feliz. Como un drogadicto dejo de vivir mi realidad. Me engaño o me engañan y estoy contento. Pero, claro...luego te da el blancazo. ¿Es esta una forma romántica de ver la vida o tal vez una actitud irresponsable? De riesgo y desenfreno no está exento. La cuestión es sí es real o es vivir de ilusiones. La velocidad a la que el corazón bombea no deja distinguir.

Luego está el otro camino. Parece que te sales de la teoría del romanticismo extremo hasta el infinito cuando decides aferrarte a algo complementario que te aporta seguridad en ti mismo. La estabilidad no está hecha para los locos, o eso dicen. Pero yo creo que solo un demente reconstruiría el recuerdo del amor sin defectos. Y el prejuicio de pensar que dar un paso hacia adelante es poseer algo sosegado e insustancial no es mas que una barrera ante la posibilidad de no poder olvidar. Es como si te obligaran a caminar por un hilo que va de rascacielo a rascacielo y te aseguraran el equilibrio como un super poder. Es precioso y no hay dolor (dentro de lo que cabe, pues siempre hay dolor). La adrenalina está en tener la certeza de que estás viviendo un sueño en el que das la justa cabida al sufrimiento.

Sea como sea son dos seguros de vida. Uno de ellos efímero, inconstante e intenso y el otro, tal vez, apto solo para aquellos hombres capacitados para el juego de la pasión sin prejuicios.

Es por ello que me atrevo a lanzarme a este amor trivial sin precuela saltándome paredones de 500 metros de altura. Me arriesgo a avanzar. Me decido con firmeza. Como dirían los Red Hot...Let's get lost.

FUCK IT.

Y vuelta otra vez. Hazme sufrir, cariño, que estoy dispuesta a darte todo mi amor.

domingo, 15 de mayo de 2011

Y sin querer me pongo a escribir...

Y llega la racha en la que no paro de pensar en ti.
Ahora desde la distancia, desde el mes que llevamos sin vernos ni hablarnos...las cosas se ven más frias, ¿verdad?
Es un te quiero más sensato, es un sentimiento más nostálgico. La vida pasa y la verdad es que soy feliz sin que mis sentimientos den vueltas a punto del vómito emocional. Es un no hablarte porque te adoro, porque sé que quiero estabilidad ahora y a tí después.
Ahora llega el momento de pensar en todo el recorrido sin demasiadas vistas a un futuro, y pensar. Y pienso fuera de mi calentón y del odio que te tengo cuando de repente te confundes y me fallas. ¿Sabes lo que pienso? Pienso que hemos jugado como niños a esto y que ambos, por motivios distintos, no queríamos más que aparentar querer pero sin querer... y nos hemos topado con el amor.
Y así hemos empezado a querernos por orgullo, a vernos como un capricho que conseguir para después rechazar, a hacernos daño conociendonos, a enamorarnos poco a poco, paso a paso, beso a beso...
Ahora pienso en ti como una persona especial, despreciable, adictivo y dañino. Una de esas personas con las que no te importaría demasiado pasar el resto de tu vida.
A pesar de todo y de lo poco que has hecho para hacerme feliz y lo mucho que has hecho para entristecerme, sé que ha habido amor por tu parte...lo se, lo presiento.
Y por eso no te espero... pero te regalo con todo mi amor el pedazo de mi corazón que elijas para llevarlo contigo toda la vida. Tuyo es. Ojalá tuvieras un corazón que ofrecerme.
Te quiere desde su sofá con un examen por delante,
Pau.

martes, 10 de mayo de 2011

No, no es un discurso de Mou.

Si todo tiene un porqué, entonces... ¿POR QUÉ?

¡Dios! De repente la gente me ignora. Gente de la cual nunca me lo habría esperado. Si la razón del distanciamiento está en mi no me estoy enterando, así que pregunto ¿por qué? ¿qué he hecho?

Diré lo que nunca haría: distanciarme de esta manera de una persona sin antes decirle el porqué.

Ahora en este preciso momento de mi vida no necesito este cambio, NO. Necesito un cariño que nunca llega...y así de esta manera me voy a hacer de piedra.

¿Qué es? ¿Falta de seguridad? A lo mejor no es nada puntual, a lo mejor soy tan vulnerable que tiento al desprecio. A lo mejor tengo pintado en la frente que no sé pronunciar la palabra rencor y que todo lo perdono...a lo mejor no vale nada unir un lazo conmigo.

O a lo mejor he matado a seis millones de niños con gases tóxicos en uno de mis delirios mentales y la gente me lo está haciendo pagar. No sé...no lo entiendo, ¿he cambiado? ¿CÓMO? ¿he hecho algo? ¿EL QUÉ?

No os necesito, necesito la respuesta.